jueves, 21 de noviembre de 2013

Diversificar o morir: Marcas personales de los chefs españoles de reconocido prestigio internacional

Una semana sí y otra también, aparece en los medios alguna noticia haciendo referencia al cierre de restaurantes de alta gastronomía por toda la geografía nacional en los últimos años. Uno de los últimos en tener que asumir un cierre traumático ha sido el Sergi Arola Gastro en Madrid, cerrado temporalmente tras el precinto de su bodega el pasado 25 de junio por deudas con la Agencia Tributaria y con la Seguridad Social.
Junto a éste, y desde el 2011 han ido cerrando locales tan reconocidos culinariamente como El Bulli, El Chaflán, Jockey, Can Fabes o Koldo Royo, lo que ha reabierto el debate acerca de si la alta gastronomía es de verdad un negocio rentable. La reducción drástica de clientes desde 2008 y los altos costes que generan este tipo de cocinas, han concluido en que muchas de ellas han clausurados sus fogones para siempre.