martes, 23 de julio de 2013

Consejos prácticos para registrar tu marca en china (II Parte)

Aunque China aplica el sistema de clasificación de Niza, tiene un sistema extenso y único de subclases dentro de cada una de esas clases.

Este sistema está diseñado para facilitar la tarea a los examinadores de marcas chinas y buscar marcas en conflicto. Pero esto también significa que las marcas similares o idénticas se pueden registrar en la misma clase.




Ese fue el error de Apple. En 2002, la empresa de tecnología presentó su marca en la clase 9, pero sólo en la subclase 0901 (ordenadores y programas informáticos). En 2004 una compañía llamada Hanwang Tecnología registró la marca iPhone, en la subclase 0907, que incluye los teléfonos y los teléfonos móviles. Cuando la marca de Hanwang se publicó en 2006, Apple presentó una oposición y más tarde presentó su propia solicitud para iPhone en la subclase 0907.

Después de perder la oposición en la oficina de marcas y en la apelación, Apple tuvo que pagar una importante cantidad a sus competidores por la marca. Éste no ha sido el único caso, ya que es un problema habitual para los propietarios de marcas extranjeras que pensaban que tenían ya está registrada su marca en la clase adecuada.

Otro caso sobre ello es el fabricante de aviones europeo Airbus, que tuvo que oponerse a un registro de Airbus para los productos de cacao y chocolate. Airbus apeló el caso ante los tribunales, pero no tuvieron éxito en la cancelación de la inscripción.

La lección de estos ejemplos es clara: si se deja un espacio, existe una alta probabilidad de que alguien trate de llenarlo.

Con este ejemplo, entramos en la cuestión sobre la amplitud a la hora de registrar los productos y servicios. En China, a diferencia de los EE.UU., sólo se tiene que indicar la intención de uso para registrar una marca. Esto significa que es teóricamente posible que las empresas puedan registrar de manera muy amplia.

Rembert Meyer-Rochow, abogado de Intel en Hong Kong, dice que Intel registra en China para “casi todas las categorías de bienes y servicios imaginables”. Esto es debido a que las empresas no quieren ver su marca utilizada sin autorización. Si bien es cierto que este enfoque puede dar lugar a acciones de nulidad por falta de uso, sí permite a las empresas negociar desde una posición de fuerza. Aunque es cierto que no es algo que todas las empresas pueden hacerlo.

El consejo más habitual por tanto es registrar los productos que se usan, lo que se  van a utilizar y los productos que se desean bloquear, siempre desde una adecuada perspectiva empresarial.

Todo esto podría parecer como un asesoramiento de abogados dispuestos a generar trabajo extra, pero invertir más dinero por adelantado para conseguir un registro amplio y seguir de cerca a los infractores, puede ahorrar mucho dinero en el largo plazo a las empresas.

Por Amparo del Rio, del departamento de Marcas Internacional en PONS PATENTES Y MARCAS INTERNACIONAL

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